Silentblocks: la importancia de lo invisible.

Un amigo desconocido

Para el gran público, las vibraciones que se transmiten desde el suelo y desde el tren motriz al habitáculo son familiares. Uno puede llegar a pensar que toda la labor de amortiguación de vibraciones recae en los amortiguadores, incluso en el mullido de los asientos. Nada más lejos de la realidad.

  Folleto publicitario, nótese el efecto de la inflación.

Llevan un tiempo entre nosotros, concretamente desde 1936. La compañía Chrysler presentó un vehículo de una de sus submarcas, Plymouth, con un motor de 6 cilindros que descansaba sobre el chasis en 3 puntos. Estos puntos contaban con un taco de goma, que conseguían mitigar las vibraciones transmitidas al bastidor del vehículo.

Lo llamaron “floating power”, y se convirtió en un éxito instantáneo. La totalidad de los fabricantes replicaron el concepto y lo han ido evolucionando hasta hoy. Es más, mientras que el rudimentario Plymouth contaba con 3 silent-blocks en el motor, lo que hoy se llama comúnmente un engine mount, un vehículo actual puede equipar más de 30 silent-blocks de diferentes tipologías distribuidas a lo largo de diversos sistemas del vehículo.

Pero… ¿Qué es un silent-block?

Un silentblock es un elemento mecánico que permite que la unión de dos elementos rígidos no sea infinitamente rígida, sino que esa rigidez esté acotada dentro de unos parámetros. Esto se consigue añadiendo una interfaz de un material de baja rigidez entre dos elementos de alta rigidez.

Antes mencionaba la invención del silent-block en 1936, pero si nos vamos al concepto, es algo anterior. Concretamente, millones de años anterior. 

Todos nosotros llevamos un silent-block con nosotros, se llama menisco. Siempre nos acordamos de él… cuando falla.

El menisco cumple la función de amortiguar impactos y vibraciones para proteger la estructura ósea. En un vehículo, un silent-block además de contribuir a la integridad estructural, contribuye a mejorar el confort de los ocupantes. Aquí el material de baja rigidez es caucho natural o sintético en lugar de tejido cartilaginoso y los elementos de alta rigidez son dos elementos metálicos, como acero o aluminio, en lugar de tejido óseo.

Esta rigidez debe estar limitada dentro de unos parámetros. No solo ante una carga puntual, sino ante cargas alternativas sostenidas en el tiempo, lo que se llaman cargas dinámicas.

Pero la rigidez a su vez se descompone en varios ejes: Radial, Axial, Torsional y Cónico. 

Cuando hablamos de rigidez radial, nos referimos a la resistencia que el componente ofrece a deformarse cuando aplicamos un desplazamiento x perpendicular a su eje. 

Cuanta más resistencia oponga a deformarse, más rígido será. Esto aplica a todos los casos.

Cuando hablamos de rigidez axial, esta vez hablamos de la resistencia que el componente ofrece a deformarse cuando aplicamos un desplazamiento paralelo a su eje. 

Vamos a mirar esta vez el componente desde un lado para apreciar el concepto de rigidez torsional. Aquí, hablamos de la resistencia que el componente ofrece a deformarse cuando aplicamos un desplazamiento angular ⍺ en un plano perpendicular al eje. 

Y por último, hablaremos de la rigidez cónica. Aquí, será la resistencia que el componente ofrece a deformarse cuando aplicamos un desplazamiento angular β en un plano paralelo a su eje. 

¿Y para qué sirve todo esto? Pues son los parámetros que se van a utilizar para definir la tipología y geometría de las partes de un silentblock.

Por ejemplo, ¿qué sucede cuando queremos tener una alta rigidez radial manteniendo la rigidez torsional? Añadimos un anillo intermedio:

¿Y qué sucede cuándo queremos tener una alta rigidez radial y una baja rigidez cónica, admitiendo cierto grado de articulación? Usando un casquillo esférico.

Hay multitud de casuísticas y diversas soluciones. Es más, no hay una solución única ante el mismo problema.

La geometría de un silentblock también está definida por sus condiciones de contorno, esto es, cómo es el hueco donde debe ir alojado, el diámetro del pasador que lo fija ante los dos elementos para los cuales se quiere implementar una unión flexible y, en ocasiones, la superficie de contacto requerida.

El corazón del silentblock

Todo silentblock posee un núcleo metálico. Se puede llamar bushing, innercore, inner bushing, todo para hacer referencia al mismo componente.

Geométricamente vienen definidos tanto por las características requeridas en cuanto a rigideces como por las condiciones de contorno. La geometría más simple posible es la de un tubo recto, el cual puede obtenerse por estampación en frío, por corte de tubo, o por mecanizado.

Un casquillo mecanizado puede ser útil para prototipos, mientras que un tubo cortado puede ser apropiado en bajas y medias series para productos de baja exigencia, mientras que la fabricación por estampación en frío es la opción más apropiada para medias y grandes series, gracias a su alta repetibilidad y velocidad de producción, que redunda en una combinación de prestaciones, calidad y coste que no puede ser igualada por otro tipo de tecnología.

Además del casquillo recto, existen diversas tipologías más elaboradas, las cuales indefectiblemente deben ser fabricadas mediante la estampación en frío cuando hablamos de series medias y grandes. Podemos encontrarnos con casquillos con una o varias valonas, extremos en cono o con estrías que permitan bloquear la posición angular respecto a uno de los elementos a fijar.

Ya que no existe una única solución para el mismo problema, el trabajo de un equipo de ingeniería y de un gestor de compras es la de buscar la solución más óptima posible en términos de prestaciones, calidad, coste y servicio.

¿Cómo puede ayudar un proveedor de casquillos para silentblock en la fase de concepción del producto? Optimizando tanto la geometría como los materiales para lograr un equilibrio óptimo.

Que dicho proveedor domine la fabricación de cualquier tipo de geometría va a servir de ayuda a hacer una correcta definición del producto. En muchas ocasiones, realizar modificaciones no relevantes para la funcionalidad ayudan a racionalizar económicamente un producto y realizar un lanzamiento con menos riesgos.

Por otro lado, cuando un diseñador piensa en qué materiales debe usar para el núcleo de ese silent-block, lo primero que debe conocer es qué tensión va a soportar ese componente.

Para calcular dicha tensión, lo que debe conocer es las fuerzas a la que va a estar sometido el silentblock. En este caso, la más relevante es la fuerza de apriete a la que es sometida mediante el perno de unión entre el silentblock y el componente contra el que va unido.

Si dicho núcleo se deforma plásticamente, el silent-block no quedará atado correctamente entre los elementos, pudiendo aflojarse el perno de unión y comprometer la integridad del sistema. Conociendo la fuerza que debe soportar y la geometría del casquillo, uno puede conocer la tensión máxima que el material debe soportar. 

Conociendo ese límite, un ingeniero típicamente puede visitar una norma de materiales y elegir aquel cuyo límite elástico supere la tensión máxima a la que va a estar sometida el material.

Esto puede parecer una forma correcta de proceder, pero cuando hablamos de componentes cuya geometría se ha alcanzado mediante deformación plástica en frío, se convierte en una metodología que técnicamente asegura prestaciones pero muy poco optimizada en costes. Y cuando esto sucede, ese producto no llega al mercado.

Afortunadamente, hay buenas noticias. Existe un fenómeno que se llama acritud por deformación en frío.

Al deformar plásticamente un material, se incrementan la densidad de dislocaciones de éste. A medida que el material se satura con nuevas dislocaciones, se crea una resistencia a la formación de dislocaciones y a su movimiento. En resumidas cuentas, el material se vuelve más resistente.

A mayor deformación plástica del material, mayor incremento de la resistencia. No es raro poder multiplicar por dos la resistencia del material base. Esto lleva a poder obtener resistencias de materiales aleados y costosos utilizando materiales de poca aleación y económicos. Esto es algo que puede ser estudiado mediante herramientas de simulación específicas.

Por ello, una forma de optimizar el coste del conjunto es buscar la relación óptima entre cantidad de caucho y acero a utilizar, pudiendo obtener las propiedades mecánicas deseadas utilizando menor cantidad de acero y utilizando aleaciones poco costosas.  

Contar con el apoyo de un proveedor que domine todas estas claves, en lugar de únicamente buscar el mejor coste puro en base a una definición cerrada, es sinónimo de éxito en un mercado cada vez más competitivo.

Fabricando casquillos mediante estampación en frío

Mediante la estampación en frío la geometría final de un casquillo se obtiene “casi” únicamente por deformación plástica de un trozo de alambre calibrado en diámetro y cortado a una longitud determinada.

Cuando hablamos de “casi”, es porque hay una excepción: el corte de pepita.

Al partir de un alambre macizo, no existe posibilidad de obtener una geometría hueca y pasante únicamente por deformación. 

En lugar de ello, se procesa el material hasta obtener la geometría final y mediante una estación de corte, se elimina una pepita cuyo diámetro es el diámetro interior y cuyo espesor es en muchos casos equivalente al grosor de la pared del casquillo.

Respecto a las geometrías posibles, es posible añadir un estriado en las caras frontales:

Hacer geometrías con una o dos valonas:

O, por ejemplo, con una parte central esférica:

Pudiéndose también hacer otro tipo de geometrías como extremos con forma de cono u otras geometrías especiales.

Beneficios clave de la estampación en frío:

  • Mínimo desperdicio. Un % muy bajo del material es desperdiciado.
  • Alta capacidad de producción y fácil escalabilidad. Con velocidades de hasta 120 piezas por minuto, una sola máquina estampadora puede abastecer grandes volúmenes de componentes.
  • Gran precisión dimensional y repetibilidad, especialmente en diámetros y otras dimensiones dependientes de la geometría del utillaje.
  • Propiedades mecánicas mejoradas, permitiendo utilizar materiales de baja aleación.
  • Bajo consumo energético, lo que redunda en una huella de CO2 reducida.

Para sectores como la automoción, donde se requiere la fabricación de millones de unidades al año con tolerancias mínimas, esta tecnología resulta especialmente apropiada.

Tu jugador clave

Al buscar un proveedor de casquillos para silent-block, es importante contar con un proveedor clave. 

Ese alguien puede ser:

  • Alguien que te asesore en la fase de diseño y definición de producto para buscar la solución óptima a tu reto.
  • Alguien que tenga líneas de fabricación dedicadas a este tipo de producto, ofreciendo una solución competitiva en calidad, costes y lead-time.
  • Alguien que tenga recursos de ingeniería con capacidad de desarrollar un proceso de producción robusto reduciendo los riesgos del lanzamiento de nuevos proyectos.
  • Alguien que pueda fabricar tanto en Europa como Norteamérica con recursos productivos equivalentes para reducir riesgos.
  • Alguien que tenga una orientación de largo plazo en las relaciones con sus clientes y proveedores.
  • Alguien que tenga capacidad de inversión y el respaldo de un grupo como el Grupo Mondragón.
  • Alguien, en resumen, como Ecenarro.

Conclusión

Un componente bien diseñado y con una supply chain bien escogida reduce costes, minimiza riesgos, da tranquilidad y ahorra tiempo a sus responsables. 

En Ecenarro nos ponemos a disposición para ayudar desde una fase de concepción temprana, aportando nuestro expertise, calidad y eficiencia.

Si quieres ver quiénes somos y qué hacemos, te invitamos a ver nuestra Web, LinkedIn o Newsletter.


¿Cómo afecta la guerra comercial y los aranceles de EE. UU. a la industria de componentes de automoción?

Introducción

La guerra comercial iniciada por Estados Unidos está impactando significativamente en los costes de la industria de componentes de automoción y ha activado de forma generalizada una búsqueda de proveedores capaces de evitar los aranceles con los que amenaza Donald Trump.

Esta situación está  elevando el nivel de incertidumbre en el mercado porque mientras que los anuncios de tarifas son de aplicación inmediata, es decir, afecta a la competitividad a corto plazo, las empresas tenemos que posicionarnos y tomar decisiones que en el mejor de los casos afectan al medio plazo. 

Aparentemente el objetivo de Donald Trump es reconstruir cadenas de valor locales, pero esto requiere inversiones enormes, horizontes de largo plazo y cierta estabilidad en las reglas del juego. Las grandes inversiones requieren más de cinco años, más que un ciclo político, y al principio implican incluso más importaciones, sujetas a aranceles a su vez. Si las empresas sospechan que los aranceles se revertirán con el próximo cambio de administración, no tendrán ningún incentivo para asumir compromisos de capital arriesgados y costosos.

Actualmente la mejor alternativa parece ser estar implantado productivamente en México. Gracias al T-MEC, el acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá, las empresas podemos evitar los aranceles y mantener una competitividad en costes sin comprometer la calidad y el servicio de los componentes a los clientes de Automoción. 

En este artículo, exploramos por qué proveerte desde México es la mejor estrategia y cómo desde Ecenarro podemos ayudarte a reducir el riesgo y la incertidumbre de tu proyecto.


¿A qué productos ha impuesto aranceles o amenaza con hacerlo Estados Unidos?

En los últimos meses, Estados Unidos ha implementado aranceles sobre diversos productos importados particularmente de regiones o países como la Unión Europea y China.

Además de sectores como el de la metalurgia, o componentes electrónicos, principalmente ha afectado a la industria de componentes de automoción con un 25% de aranceles a productos europeos.

La nueva ronda de aranceles de Estados Unidos, elevó los aranceles a China en un 145%.

México en cambio ha quedado fuera del último anuncio de aranceles al igual que Canadá. A ambos países les asiste el tratado T-MEC que establece condiciones favorables de comercio. Los productos fabricados en México que cumplan con los requisitos del tratado, seguirán exentos de aranceles, mientras que aquellos que no los cumplan estarán sujetos a los aranceles del 25% en el caso de los componentes de automoción.

Esta situación deja en una posición de ventaja a las plantas productivas localizadas en México frente a otras economías que enfrentarán mayores costos para acceder al mercado Norteamericano.


Ventajas clave de tener un proveedor con fabricación en Mexico.

Tener un proveedor Mexicano ofrece ventajas significativas para los Tier de automoción situados en Norteamérica. México es una opción atractiva para empresas que buscan mantener su competitividad sin sacrificar la calidad.

  • Beneficios del T-MEC: este tratado permite el libre comercio libre de aranceles entre Estados Unidos, México y Canadá siempre que, como hace Ecenarro, se cumplan los requisitos de regeneración de valor en el territorio.
  • Coste de producción competitivo: La fabricación en México ofrece costes laborales y operativos competitivos que junto al conocimiento tecnológico Europeo hacen un tándem muy interesante para aquellos Tier 1 o Tier 2 de automoción con necesidades globales.
  • Ubicación geográfica y eficiencia en la cadena de suministro: la proximidad y presencia en el mercado Norteamericano se convierte en una ventaja estratégica por reducir los tiempos de entrega y optimización logística respecto a las opciones Chinas o Europeas. Reduces el riesgo de obsoletos y las fluctuaciones del coste de transporte marítimo.
  • Tipo de Cambio: la compra venta se realiza en Dólares evitando así las fluctuaciones de las monedas locales y las variaciones de tipos cambiarios del Euro y el Yuan.  
  • Infraestructura industrial: México cuenta con personal cualificado  y unas comunicaciones que mejoran continuamente facilitando una cadena de suministro eficiente. Además permite escalar operaciones según las necesidades del negocio.

¿Cómo reducir los riesgos al cambiar de un proveedor de origen Chino o Europeo a un proveedor Mexicano?

Los aspectos clave a tener en cuenta cuando cambias de un proveedor Europeo o Chino a una fuente de suministro Mexicana son los siguientes:

  1. Contar con un proveedor global con experiencia en el mercado de automoción, con más de 10 años de experiencia productiva en México y desarrollo de conocimiento en Europa.
  2. Es importante que tenga una ingeniería con medios y capacidad para asegurar procesos productivos robustos que eviten riesgos en el lanzamiento de los nuevos desarrollos y componentes en México.
  3. Que disponga de medios productivos iguales a los Mexicanos en otras localizaciones para trabajar la mejora continua y que puedan cubrir temporalmente posibles incidentes en los inicios de la producción Mexicana.
  4. Que además de su tecnología core, integre en México operaciones secundarias complementarias para reducir costes y mejorar el lead-time productivo.
  5. Que tenga una orientación a largo plazo y clara apuesta por el desarrollo y permanencia en el mercado Norteamericano.
  6. Que tenga capacidad de inversión futura y respaldo de un grupo empresarial como puede ser el Grupo Mondragon.

Conclusión

Se va a generar un nuevo equilibrio comercial de los negocios con EEUU, frente a ello, las empresas tenemos 2 opciones, una es reactiva y victimista, cuyo recorrido es muy corto y la otra es la que elegimos en Ecenarro que es la de la resiliencia y la acción en búsqueda de soluciones y alternativas

Desde nuestra planta situada en Celaya, estado de Guanajuato, ofrecemos un producto, basado en la tecnología de estampación en frío, competitivo y con una ingeniería y conocimiento desarrollado durante décadas en Europa, que asegura unos procesos robustos y de calidad.

Los medios productivos de primer nivel, como son las estampadoras y mecanizadoras que utilizamos en nuestra planta mexicana, nos sitúa como socio preferencial para aquellos Tier1 o Tier 2 del sector de automoción que estén buscando un proveedor especialista en rótulas, casquillos, pines de amortiguación, tornillos de rueda y piñones o engranajes de acero mediante la estampación en frío.

Si quieres explorar cómo podemos colaborar contactanos y hablamos sobre cómo podemos ser tu aliado estratégico en el mercado norteamericano.

Del mecanizado a la forja en frío

Las máquinas de estampación en frío son capaces de fabricar piezas metálicas precisas para las industrias automotriz, aeroespacial, ferroviaria y de vehículos pesados, entre otras. En este post, exploraremos las diversas ventajas de esta tecnología en comparación con la fabricación mediante mecanizado tradicional y las consideraciones de diseño que se deben tener en cuenta para transferir nuestros diseños del mecanizado a la estampación en frío de manera eficiente. El diablo está en los detalles.

¿Cuáles son las ventajas de la forja en frío?

La estampación en frío es un proceso de alta velocidad que cumple de manera constante con los valores de resistencia requeridos y con la precisión geométrica de los componentes, lo que lo convierte en un proceso muy adecuado para producciones de gran volumen.

Estas máquinas se alimentan con bobinas de varilla de acero a temperatura ambiente de un diámetro determinado (a veces incluso con otras geometrías no circulares), que luego se cortan, transportan y conforman progresivamente en varios pasos aplicando presión mediante utillajes de forma precisa.

Muchas veces relacionamos la estampación en frío con tornillos de geometrías estandar, sin embargo, se pueden obtener piezas de alta complejidad que requerirían de centros de mecanizado para completarlas.

Las piezas estampadas se pueden completar con tratamientos térmicos, sencillos mecanizados posteriores, laminados de roscas o ranuras y recubrimientos.

Las siguientes ventajas pueden hacer que consideres transferir tu producción o suministro de componentes del mecanizado a la estampación en frío:

Cost-effective

Tanto la estampación en frío como el mecanizado de piezas son procesos factibles para diferentes aplicaciones y necesidades. Cuando el volumen de producción ronda las 100.000 piezas anuales, podemos empezar a considerar si la geometría que tenemos en nuestra pieza puede ser estampable, ya que la inversión inicial en el desarrollo del utillaje, se verá fácilmente compensada con el ahorro en material y coste de la pieza cuando se fabrique en serie. La repetibilidad y la velocidad de estampación permiten mejorar los costes necesarios para su producción.

Plazos de entrega reducidos

Las máquinas de estampación en frío trabajan a una velocidad de 100-150 piezas por minuto (¡eso es aproximadamente 2 piezas por segundo!), mientras que los tornos de mecanizado requieren tiempos más largos para terminar el componente, con una mayor dependencia de la geometría de la pieza (1-2 piezas por minuto pueden ser habituales). Algunas geometrías pueden ser difíciles de obtener mediante estampación en frío y puede ser necesaria una operación secundaria de mecanizado, sin embargo, aún así puede requerir menos coste que mecanizar el componente completo debido a la velocidad y la cantidad de material utilizado, lo que nos lleva a la siguiente ventaja: ahorro de material.

Menos chatarra

 La estampación en frío es un proceso sostenible, ya que el material se deforma en lugar de ser cortado. Esto significa que cuando se corta una porción de la bobina, toda la pieza en bruto se utiliza como parte del componente final. Cuando la pieza en bruto se presiona progresivamente en los troqueles, la forma inicial puede aumentar o reducir su diámetro, ajustar la longitud de diferentes secciones de la pieza e incluir otras geometrías como cabezas hexagonales o alojamientos. Piensa en ello como presionar una porción de plastilina dentro de un molde; su forma cambiará, pero la cantidad de material se mantiene constante. Sin lugar a dudas, los materiales metálicos que estampamos no son tan blandos como la plastilina, lo cual implica que existen varias limitaciones en cuanto a la deformación del material y que el progreso de la geometría debe respetar ciertas normas.

Cuando se necesita una pieza hueca, se debe cortar una pequeña porción de la pieza (llamada «slug»), lo que genera algo de desperdicio de material.

Sin embargo, al mecanizar una pieza, el material inicial requerido debe ser al menos del tamaño del diámetro y la longitud más grandes del componente final, para poder cortar la forma deseada de él. Puedes imaginar esto como una escultura de mármol de la que se quita mucho material antes de revelar el producto final.

Propiedades mecánicas y precisión geométrica

Como el material que estampamos se va deformando de forma progresiva, la propia deformación hace que se vaya endureciendo, obteniendo propiedades mecánicas mejoradas en la pieza final respecto al tocho inicial. A este efecto se le conoce como work-hardening. Esto se consigue por la deformación de las fibras de material que se van adaptando en cada uno de los pasos a las formas de los moldes. Sin embargo, en las piezas mecanizadas, se corta el material para conseguir la geometría final de la pieza pero no se le aplica deformación, es por esto que las fibras corresponden a las del material inicial y no obtienen mayor resistencia.

Con una elección acertada del material y gracias al efecto work-hardening, se pueden llegar a eliminar operaciones secundarias como tratamientos térmicos.

Las precisiones que se pueden conseguir en una pieza estampada en frío son válidas para muchas aplicaciones sin necesidad de acabados posteriores. Todo vuelve a depender de la geometría del componente pero sabemos que las longitudes pueden llegar a cumplir tolerancias ±0,10mm y algunos diámetros ±0,02. Esto se consigue de forma consistente porque el acabado superficial es muy bueno. De hecho, hay ocasiones en las que se han eliminado operaciones secundarias de rectificado de diámetros gracias a la precisión de la estampación en frío.

Entonces, ¿son mis componentes aptos para la forja en frío?

Ahora que conocemos más detalles sobre las ventajas y aplicaciones de la estampación en frío, ha llegado el momento de considerar si es factible estampar las piezas que actualmente fabricamos en mecanizado. De esta forma tendremos piezas con coste reducido debido a su alta velocidad de producción y menor chatarra. Esto nos permitirá ofrecer soluciones más competitivas en un mercado donde cada vez cuesta más destacar como es la automoción.

Como hemos comentado anteriormente, la deformación del material es la clave que nos permitirá diseñar un proceso adecuado para la geometría y características del componente final. Por lo tanto es posible que el diseño del componente mecanizado deba ser ligeramente adaptado de forma que siga cumpliendo sus funciones y requerimientos mientras optimizamos el proceso para la estampación en frío.

El diablo está en los detalles: esto supone que tener en cuenta estos detalles de antemano, nos va a permitir transferir las piezas de mecanizado a estampación en frío sin problemas y conseguiremos una fabricación en serie estable en un tiempo reducido.

Es importante considerar que este cambio de tecnología nos trae varias ventajas, por lo que merece la pena revisar las funcionalidades de la pieza actual, su papel en el ensamblaje donde va montado y los verdaderos requerimientos geométricos que requiere en cada zona

Como te puedes imaginar, las presiones en el proceso de estampación son muy altas ya que la deformación del material se hace a temperatura ambiente y hay cambios de geometría que podemos considerar extremos. Si bien es cierto que la propia deformación hace que el material se caliente en algunos casos hasta casi 200ºC por lo que se debe tener precaución a la hora de agarrar las piezas que acaban de salir de la máquina. 

Las herramientas utilizadas en la estampación en frío tienen características muy exigentes para poder soportar estas presiones cíclicas por lo que todo lo que podamos hacer para mejorar la vida de estas herramientas es beneficioso para la estabilidad en la producción y en las dimensiones, reduciendo las paradas y reduciendo el coste de utillaje. 

Entremos en detalle

En Ecenarro llevamos años analizando planos de nuestros clientes. Muchas veces nos damos cuenta de que los diseños están pensados para piezas que actualmente se mecanizan y somos proactivos a la hora de indicar los detalles que se deben modificar para que sea posible fabricarlas por estampación en frío. Sin ninguna duda, la funcionalidad de la pieza debe seguir siendo igual de exigente, pero podemos detectar las zonas no tan críticas donde los cambios son factibles y las simulamos antes de comprar ninguna herramienta para comprobar su potencial. Esto puede marcar la diferencia entre poder o no poder estampar las piezas, con el beneficio que esto supone!

Si tenemos en cuenta los siguientes tips, podremos verificar si nuestra pieza mecanizada es estampable directamente o detectar qué podemos adaptar para hacerlo factible. Are you ready to dive into the details that will successfully translate your designs from machining to cold forging? Here we go!

Aristas exteriores vs. faltas de llenado

Uno de los principales fallos suele ser pensar que la pieza estampada va a tener todas las aristas tan afiladas como en nuestra pieza mecanizada. Al mecanizar una pieza, tener una arista o un chaflán exterior es fácil de conseguir. En la estampación en frío, hay ocasiones en las que llenar una arista exterior es complicado. Recordemos que en la estampación en frío el material llena los moldes por presión, por lo tanto le cuesta más llegar a llenar las aristas exteriores. Esto hace que tengamos radios o faltas de llenado irregulares en algunas de estas aristas. Se debe analizar la geometría de cada pieza ya que los valores que obtengamos con un proceso estable pueden estar en un rango entre 0,3mm-1,5mm.

Usando nuestros programas de simulación podemos calcular estos valores con precisión antes de fabricar ninguna herramienta.

*TIP de diseño: Siempre que la arista no sea crítica para la función del componente, añadir una falta de llenado hará posible que la pieza se haga en estampación en frío sin problemas. Estas faltas de llenado, al ser irregulares, se suelen definir con la norma ISO 13715 que nos define unos máximos y mínimos en para diferentes ejes.

Esquinas interiores vs. radios

Cuando estampamos piezas, las esquinas interiores se obtienen de copiar la geometría de los utillajes, los cuales habitualmente tienen radios en las transiciones que las hacen más robustas y aptas para soportar altas presiones sin deteriorarse durante la fabricación de cientos de miles de piezas. En piezas mecanizadas esas geometrías quedan definidas por una combinación entre la trayectoria y la geometría de la herramienta de corte. Si la esquina interior lo requiere, deformaremos esa zona de forma progresiva comenzando con radios mayores hasta obtener el valor final. Pero debemos tener en cuenta que las aristas muy afiladas fragilizan las herramientas de estampación en frío y no facilitan el flujo del material por lo que siempre que sea posible trataremos de evitarlas. Dependiendo de la geometría de la pieza los radios mínimos óptimos pueden variar de 0,4mm-1mm, pero cada caso puede tener diferentes necesidades.

*TIP de diseño: Siempre que la esquina interior no sea crítica para la función del componente, añadir un radio hará posible que la pieza se haga en estampación en frío.

Axial vs. radial undercut

Para garantizar un ensamblaje exitoso de la pieza, muchos diseños incluyen un corte o ranura de alivio. En las piezas mecanizadas, esta ranura es radial, lo que significa que disminuimos el radio en esa área para obtener la geometría, ya que es más fácil de lograr. Sin embargo, cuando transferimos esta geometría al conformado en frío, un corte radial se convierte en una complejidad.

Las máquinas de estampación en frío están compuestas por dos bloques, uno fijo y uno móvil, de forma que las piezas que se van transportando van deformandose en la misma dirección de su eje principal, esto es, de forma axial. Un undercut radial no permitiría poder extraer la pieza del molde, por lo que estos casos se solucionan de forma sencilla cambiando el sentido del undercut a axial. La función se mantiene y hacemos posible trasladar nuestro diseño a la estampación en frío.

*TIP de diseño: Cuando veas un undercut radial recuerda que complicaría de forma innecesaria la pieza estampada y que con un undercut axial tu pieza está cada vez más cerca de poder ser estampada en frío.

Estate atento!

Hay varios tips más que te pueden ayudar a alcanzar una transición exitosa from machining to coldforming que te iremos compartiendo. De esta forma ya nunca volverás a ver las piezas de la misma forma y podrás ser capaz de detectar qué puntos son críticos en tu diseño para poder estampar en frío tus piezas. Recuerda que esto te puede traer grandes ventajas y hará que tu producto sea más competitivo.

Cold Forging? Cold Forming? Or Cold Heading? 

Cold forging is a manufacturing method that involves producing components such as pinions, gears, bushings, and, specifically in the automotive market, ball joints, stem ends, inner/outer sleeves, silent-blocks and transmission parts, all of them obtained from wire rod materials. It’s a highly versatile and efficient process, offering numerous benefits, including significant cost savings and reduced environmental impact.

However, despite these advantages, the technology faces a surprising challenge: it doesn’t have a universally agreed-upon name. Through this article, we will speak about how companies across the globe debate whether to refer to it as Cold forging, Cold forming, or Cold heading, and which is the role that Ecenarro S.Coop plays in this art. 

A Technology With Multiple Names

Different companies and regions have adopted various names for this technology. For example, some manufacturers use Cold Heading to distinguish the process from Cold Stamping, which involves sheet metal deformation. Others alternate between Cold Forging and Cold Forming, depending on their industry or location. 

At Ecenarro S.Coop., we have embraced the term Cold Forming to describe not only our core technology but all the industrial processes that are developed in both our sites, Spain and Mexico. You can check them all and surf our multiple technical threads on the Ecenarro Web.

In the United States, for example, the term Cold Heading is common due to its British origins, while in Canada, on the other hand, Cold Forging is more prevalent. Across much of Europe, where this technology was born, Cold Forging tends to be the favored term. The confusion is akin to the scenario described in Dewey Bunnell’s classic song, “A Horse with No Name,” which explores a quest for clarity in a chaotic world. Perhaps we, too, are navigating a similarly ambiguous landscape with “a technology with no name.” Manufacturers often resort to using all three terms interchangeably on their websites to ensure that they are understood by a global audience.

What Do Experts Say? Cold Forming, cold forging or cold heading? 

In technical and scientific circles, Cold Forming is the most widely accepted umbrella term for all processes that involve the plastic deformation of metals at room temperature. This encompasses a wide range of techniques, including forging, stamping, foiling, drawing, and rolling. 

However, the term cold heading has a long history, particularly in the fastener industry. Companies producing bolts and screws frequently perform an operation called “upsetting,” where the wire rod is compressed to create a larger projected area, such as a screw head. Over time, this operation became so closely associated with the industry that “cold heading” became a widely used name for the entire process. 

To establish a more standardized terminology, one of the most credible authorities in this field is the International Cold Forging Group (ICFG). As described on their website, they define cold forging as follows: “Cold forging is a common industrial process in which metal workpieces are plastically shaped by suitably contoured dies to form a final desired shape. The process itself is a predominantly compressive one in which the workpiece is squeezed between the dies. Cold forging is an important process being used in many industries, for example the automotive industry in which a huge annual tonnage of cold forged components are used.” 

Ecenarro: Innovating in Cold Forging Through Cooperation 

With over 60 years of experience, we specialize in manufacturing high-performance components using this sustainable and cost-effective process. Our expertise extends to integrating additional secondary cold forming operations, such as wire drawing and thread rolling, under the comprehensive Cold Forming umbrella. We also incorporate complementary processes like washing, machining, grinding, and automatised sorting to ensure precision and quality at every stage.

At Ecenarro S.Coop., as part of Mondragon Corporation, the world’s largest Co-op, we are guided by deeply rooted cooperative values that prioritize collaboration through cooperation. We cultivate long-term partnerships with our employees, suppliers, and clients, recognizing that trust and teamwork are the foundation of sustained success. Innovation and continuous improvement thrive within this cooperative framework, driven by the collective expertise and dedication of all stakeholders.

Our commitment to sustainability is inseparable from these cooperative principles. We prioritize energy efficiency, waste reduction, and the use of environmentally friendly materials, integrating these priorities across every stage of our operations. By aligning environmental stewardship with economic performance, we not only deliver cost-effective solutions for our clients but also contribute to a shared mission of reducing our environmental footprint and fostering a more sustainable future.

You can get more detailed information about all these topics on the Ecenarro Web, the Ecenarro Blog, or you can subscribe to our Youtube and LinkedIn channels, or to the Newsletter, which we strongly recommend if you want to get the most fresh and recent news regarding the Cold Forming, Cold Forging or Cold Heading process, in the automotive and all other mobility related sectors. There you will receive information related to tools, materials, products, markets and, of course, technology. As an example, here are the top 5 benefits of Cold Forging process:

Top 5 Benefits of Wire Rod Cold Forging

Regardless of the terminology, wire rod cold forging has earned its place as a cornerstone technology in modern manufacturing. Its advantages include: 

  • Cost Efficiency.
  • Improved Mechanical Properties.
  • Energy Savings.
  • Enhanced Precision and Consistency.
  • Environmental Benefits

Regional Variations and Industry Trends 

As mentioned earlier, regional preferences play a significant role in the naming conventions for Cold Forging technology. In North America, industries with British roots, such as fastener manufacturing, continue to favor Cold Heading. Meanwhile, in Europe, where diverse manufacturing sectors have adopted the technology, Cold Forging is often seen as the most comprehensive term.

Industry specialization also influences terminology. For example, automotive manufacturers may prefer Cold Forging to emphasize the compressive nature of the process, while other sectors might lean toward Cold Forming to highlight the broader range of metal deformation techniques involved.

But the name is not THE challenge

While the debate over terminology persists, the real challenge lies in mastering the complexities of cold forging technology itself. This process involves highly sophisticated engineering and requires a deep understanding of material science, die design, and metal behavior under compressive forces.

Studies have demonstrated that optimizing the cold forging process requires precise control of various parameters, including material selection, friction, lubrication, and tool geometry. Material behaviour during deformation is influenced by factors such as strain rate and temperature rise due to internal friction, even in supposedly “cold” conditions. For instance, research has shown that localized heating can occur during high-speed forging operations, which alter the properties of the tools if not properly managed.

In summary, while agreeing on a universal name for cold forging may be desirable, the true focus should remain on overcoming the technological challenges that define the process. Only through continuous research and innovation can companies fully unlock the potential of cold forging for high-performance, sustainable manufacturing.

As part of our ongoing mission to educate and support our partners, Ecenarro S.Coop is continuosly updating a section on our website dedicated to blog entries that delve into the art and science of cold forming. These articles will offer in-depth guidance on designing products specifically for this technology, covering essential considerations such as material grades, geometric tolerances, and process optimization.

We understand that designing for cold forming requires careful planning, and our blog will also showcase how Ecenarro can provide expert consultation to guide you through every step of the process. Whether you’re exploring the potential of cold forming for the first time or looking to refine your designs, our resources aim to support your success with practical advice and proven insights.

If you need more information, please contact us through our website, LinkedIn, Youtube or Newsletter.

A Look to the Future 

As global manufacturing evolves, the need for clear and consistent terminology in cold forging technology remains essential. Organizations like the ICFG are working to promote standard definitions, which can help industries and researchers communicate more effectively across borders. At the same time, companies like Ecenarro S.Coop. continue to innovate, pushing the boundaries of what cold forging can achieve.

Our hope is that, in time, the industry will converge on a single, widely recognized name for this technology. Until then, we will continue to champion the term Cold Forming Developed by a Cooperative Company — a testament to both our expertise and our cooperative values. 

If you’re interested in discovering how Ecenarro S.Coop. can benefit your business, we invite you to explore our website and contact us for more information. Whether you’re in the automotive, aerospace, machinery, or other sectors, we are ready to help you harness the power of cold forging to drive your success.